Vigente.
Armendáriz rodó en 1989 la película ‘Las Cartas de Alou’, que recibió dos Goya, a la fotografía y al guión original. El director afirma que “tengo recuerdos muy bonitos. La película habla de los primeros inmigrantes africanos que venían a España en pateras. Vivimos a rodar cómo desembarcaban y rodamos en El Ejido, Roquetas de Mar y Cabo de Gata. La anécdota vino porque necesitábamos olas para rodar para un mínimo de dramatismo. Nos habían dicho que en Cabo de Gata no había problemas y estuvimos más de diez días sin rodar por estar la mar en calma. Aunque teníamos al productor Elías Querejeta llamando desesperado, esa espera nos permitió conocer y disfrutar Almería”.
Por su parte, Óskar Santos ha rodado recientemente escenas de la tercera temporada de la serie ‘La Unidad’. Almería tiene unos paisajes brutales, una luz única y una logística maravillosa, con el desierto a media hora de la ciudad. También rodamos en el centro de la ciudad”.
Eulalia Ramón ha participado en varias películas rodadas en Almería, como ‘Las Cartas de Alou’, ‘El pájaro de la felicidad’, o la ficción ‘Harem’ de la cadena ABC, en la que aparece junto a Omar Sahriff y Ava Gardner. “Tengo muy buenos recuerdos de los rodajes en Almería, con la que sigo vinculada con un proyecto fotográfico. Me encanta rodar en exteriores y hacerlo en esta provincia es maravilloso”.
Por último, Óscar Higares, que tras el toreo ha desarrollado una carrera en el audiovisual, recuerda su participación en ‘Gigantes’ de Enrique Urbizu, donde interpretaba el papel de ‘Caracaballo’. “En Almería lo tienes de todo para el cine. No sólo desierto o playa, el casco histórico con esos edificios maravillosos, Almería es un destino imprescindible para la industria cinematográfica. Yo siempre he expresado mis sensaciones a través de las herramientas que me dan. Yo me he enamorado del espectáculo taurino una tarde en las Ventas. Tenía ganas de saber qué siente el hombre vestido con el traje de luces. Al día siguiente me apunté a escuela taurina de Madrid. Y tras ganar un programa de monólogos de televisión, donde participaba gente que no tenía que ver con la profesión, me propusieron una prueba para un spin off de Arrayán. Y volví a sentir esos deseos de expresarme, lo mismo que sentía con el toreo, pero esta vez delante de la cámara. Ya lo dijo Hemingway, el torero es un actor que rueda las escenas en la vida real”.